En
un tramo de 25 kilómetros de la costa en el oeste de Australia, se ha
encontrado un tesoro prehistórico.
Miles de huellas de dinosaurios de
aproximadamente 130 millones de años están incrustadas en un tramo de tierra
que sólo se puede estudiar con marea baja, cuando el mar –y los tiburones y
cocodrilos que habitan en la región– no pueden ocultarlos.
Lo
que los científicos encontraron allí es verdaderamente especial, según un
estudio publicado recientemente en The Journal of Vertebrate Paleontology.
«En
ningún otro lugar del mundo hay tantos dinosaurios representados por el rastro
de Walmadany», dice Steve Salisbury, paleontólogo de la Universidad de
Queensland y autor principal del estudio, en un vídeo que describe el área.
Incluido entre los muchos rastos de dinosaurios es la mayor huella de
dinosaurio jamás encontrada. De aproximadamente 1,75 metros de largo (unos 5
pies, 9 pulgadas), el rastro provenía de algún tipo de saurópodo gigante, un
herbívoro de cuello largo.
«No
hay nada que se le acerque» en términos de tamaño, dice Salisbury a CNN.
Pero
hay mucho más allá en esto que solo una huella gigante.
«Vemos una fauna única
de dinosaurios que incluyen cosas como los estegosaurios y algunos de los
dinosaurios más grandes que han caminado por el planeta, gigantescos
saurópodos», dice Salisbury en el vídeo.
Esta fue la primera evidencia de los
estegosaurios jamás encontrados en Australia.
También
hay pistas de terópodos carnívoros que caminaron sobre dos pies y dejaron
huellas de tres dedos con formas similares a las que muchos recuerdan de la
película Jurassic Park.
En
este caso, las impresiones de tres dedos tienen un significado especial: en la
tradición local, las huellas pertenecen a Marala, un hombre Emu que viajó por
la región, dando leyes que dictaban cómo la gente debía comportarse.
En
un comunicado de prensa anunciando los hallazgos, Salisbury también describe
los otros tipos de huellas de dinosaurios descubiertas.
«Había
cinco tipos diferentes de rastos de dinosaurios depredadores, al menos seis
tipos de rastros de saurópodos herbívoros de cuello largo, cuatro tipos de
ornitópodos herbívoros de dos patas y seis tipos de picos de dinosaurios
acorazados», dice.
Los
investigadores de la Universidad de Queensland fueron traídos hace más de cinco
años por la comunidad aborigen Goolarabooloo, quienes son los custodios
tradicionales de la zona y han sabido sobre las pistas durante muchos años.
El
gobierno de Australia Occidental había seleccionado a la región como un centro
de procesamiento de gas natural líquido, y los grupos locales querían expertos
para ayudar a proteger la región y mostrar lo que estaba en juego.
El
área fue designada como Patrimonio Nacional en 2011, y dos años más tarde se
anunció que el proyecto de producción de gas no ocurriría.
Dado
que no se pudo dejar ningún equipo fuera de la marea, los investigadores
utilizaron drones para mapear el área con fotografía digital y escaneos láser.
Según
Salisbury, han pasado más de 400 horas en los arrecifes.
«Es
un lugar tan mágico, es el propio Jurassic Park de Australia, en un
espectacular entorno natural», dice en el video.
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