Los
científicos han desarrollado un dispositivo impulsado por luz solar que puede
extraer agua incluso del cielo del desierto. El dispositivo es alimentado
pasivamente por la luz del sol y puede proporcionar una respuesta a los miles
de millones que enfrentan escasez de agua severa en todo el mundo.
Puede
sonar demasiado bueno para ser verdad, pero hasta ahora la investigación es
sólida. Llamada «solar-powered harvester», el dispositivo ha sido creado por
los equipos de MIT y la Universidad de California, Berkeley, utilizando un tipo
especial de material conocido como un metal-organic framework (MOF).
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS), 663 millones de personas -una de
cada diez- carecen de acceso a agua potable. Un tercio de la población mundial
carece de la plomería suficiente para tener acceso a un aseo digno, es decir,
más de 2.400 millones de personas. Un informe de 2016 encontró que la escasez
de agua afecta a dos tercios de la población mundial. La escasez de agua y los
conflictos que causan empeorarán a medida que el cambio climático se
intensifique. De hecho, el Foro Económico Mundial de 2015 citó la falta de
acceso al agua potable como el principal riesgo mundial existente en la
actualidad.
Trabajando
para encontrar una solución a estos problemas, los investigadores han
desarrollado un dispositivo impulsado por la luz del sol que puede extraer el
agua incluso de los cielos del desierto, con la esperanza de que la tecnología
algún día pueda suministrar incluso a las zonas más pobres y secas del mundo
con agua limpia para beber. La base para el dispositivo es un tipo de nuevo
material poroso llamado metal-organic framework (MOF) que acumula grandes
cantidades de agua en sus poros. La investigación, publicada en Science,
muestra que un kilogramo de material puede atrapar varios litros de agua por
día, incluso en los niveles estándar de humedad del 20 por ciento de las
regiones áridas.
Se
puede ver el dispositivo a continuación:
El
carácter químico y el tamaño de los poros del material pueden ser alterados
para permitir el flujo o la captura de diferentes tipos de moléculas. El
material es capaz de unirse a grandes cantidades de partículas gracias a su
superficie masiva, lo que equivale a un campo de fútbol por gramo. El proceso
es enteramente pasivo y no requiere energía o materiales adicionales. A
diferencia de otras tecnologías de recolección de agua, puede operar en
condiciones áridas. Es similar a un humidificador, pero no necesita un
suministro inicial de agua para poder funcionar.
El
material necesita más refinamiento, pero Evelyn Wang, jefe del laboratorio de
investigación del MIT, dijo a MIT Technology Review que un producto viable no
está «tan lejos». Materiales similares ya están siendo asequibles producidos en
masa por la compañía química alemana BASF. Con suerte, este dispositivo será
capaz de proporcionar una fuente estable de agua limpia a millones.
«Este
es un avance muy importante en el desafío de larga data de captación de agua
desde el aire a baja humedad», dijo uno de los investigadores, Omar Yaghi la
Universidad de Berkeley.
«Para
tener agua corriente todo el tiempo, se podría diseñar un sistema que absorba
la humedad durante la noche y permita su uso durante el día», agregó.
«Una
persona necesita aproximadamente la cantidad de agua que puede caber en una
lata de gaseosa por día. Eso es algo que se podría recogerse en menos de una
hora con este sistema.»
La
investigación ha sido publicada en Science.